|
2. Argumento
Continuando la trama de la anterior entrega, James Bond transporta a Mr. White en el maletero de su coche hasta Sienna, donde lo interroga en presencia de M. La poca información recibida los pone sobre la pista de una desconocida pero muy poderosa organización criminal, que ya habían intuido gracias a Vesper. Las investigaciones llevan a Bond hasta Haití, donde tras conocer a Camille, persiguen al misterioso magnate Dominic Green, que bajo su apariencia de empresario ecológico esconde un plan para controlar uno de los mayores recursos naturales del planeta.
Sin solución de continuidad con "Casino Royale", arranca esta entrega en una espectacular persecución por las laderas de Carrara y el Lago de Garda, y cuando tras innumerables impactos entre el Aston Martin DBS V12 de 007 y los Alfa Romeo de sus perseguidores, llega finalmente a lugar seguro, resulta que en el maletero iba Mr. White destino a su interrogatorio. Siena acoge un evento realmente espectacular: la carrera de caballos del Palio de Siena, y mientras esta transcurre, el interrogatorio se desarrolla bajo la misma plaza. Al interrogar a Mr. White, éste comienza a hablar de una organización secreta que extiende sus brazos en todas partes. Y al recalcar este hecho, el agente Mitchell se lía a tiros con M y con todo lo que se le ponga por delante, mientras Bond deja a Mr. White inconsciente en el suelo y se lanza en persecución de su "compañero" Mitchell.
Escenario de la persecución en las laderas de Carrara
La persecución los lleva primero por los tejados de Siena, para acabar dentro de una capilla en restauración, lugar en el que finalmente Bond acaba con el agente Mitchell. Cuando 007 vuelve al emplazamiento del interrogatorio, nadie estaba allí; Mr. White ya se había escapado, y M de vuelta a Londres. Y es allí, y concretamente en el piso del difunto agente Mitchell en el que se reunen Bond y M, mientras buscan pistas entre las pertenencias del díscolo agente. Con ellas regresan al cuartel central del MI6, y ayudados por Bill Tanner y una tecnología solventísima, pueden seguir la pista de uno de los billetes hasta Haití, donde se encuentra el contacto del agente Mitchell.
Escenario de la persecución en Siena
Cambiamos la lluvia londinense por el clima más cálido de Port-au-Prince (Haiti), donde Bond localiza en el hotel Dessalines a Edmund Slate, el contacto del finado agente Mitchell. Tras pelearse un poco, 007 acaba con Slate y destroza el mobiliario del piso, pero no obtiene ninguna pista más. De vuelta en su hotel, en el que se hace pasar por Mitchell, recupera un maletín en el que figuraban las instrucciones para acabar con Camille Montes, la cual estaba esperando a Bond a la entrada de su hotel. Y como ambos estaban siendo vigilados, huyen de sus perseguidores, y finalmente se separan, dirigiéndose la chica hasta unas instalaciones en el puerto, y Bond siguiendo sus pasos. Mientras Bond espera fuera y la vigila, Camille se reune con Dominic Green y su ayudante Elvis. De la conversación se deduce que Greene y Camille han sido amantes, y él está bastante despechado. El magnate recibe la visita de su aliado el general Medrano, con el que tiene organizado un plan para situar al militar al mando del gobierno a cambio de suculentas ventajas.
Bond y Camille huyendo
Greene sabe que el interés de Camille en su persona se limita a que el magnate la ponga en contacto con el general Medrano, responsable de la muerte de sus padres, y posibilitar así la venganza. Pero Greene la entrega al general para deshacerse de ella y Bond decide arreglar esto, lanzándose al agua en moto para alcanzar el yate en el que se la llevan, y tras una pequeña trifulca, la rescata. Bond se pone en contacto telefónico con M y le cuenta sus avances, logrando identificar a Dominic Greene por los datos que aporta nuestro agente. M retiene la llamada con Bond mientras llama a la CIA para preguntar por el magnate, y le pasan directamente con Gregg Beam, jefe de sección de la CIA en América del Sur, que estaba viajando en avión con un viejo conocido, Felix Leiter. Pero estos dos agentes de la CIA se hacen los "suecos" ya que instantes después Greene sube a bordo rumbo a Bregenz.
Touchscreen del MI6
La acción se desplaza hasta Austria, donde todos asisten a una representación de "Tosca", la ópera de Puccini. En el marco incomparable de Bregenz, en la ópera tiene lugar una reunión secreta entre los integrantes de la misteriosa organización "Quantum", a través de unos discretos auriculares. Bond se une a la conversación haciendo que algunos de los miembros huyan, lo que posibilita que nuestro agente los pueda fotografiar y enviar al MI6 sus fotos para identificarlos. Gracias a esta espantada localizan a un asesor del Primer Ministro Británico, Guy Haines, produciéndose un tiroteo y causando baja alguno de los guardaespaldas. Y cuando M se entera que el guardaespaldas de Haines ha sido asesinado, le echa la culpa a Bond y le retira pasaporte y tarjetas.
007 entre bambalinas en la ópera en Bregenz
Y entonces 007 acude hasta el secreto retiro de René Mathis en Talamonte (Italia), y tras vencer sus resquemores iniciales (recordemos que no habían acabado demasiado bien en la anterior entrega), logra convencerlo para que lo acompañe hasta Bolivia. Al llegar a La Paz son recibidos por la agente Fields del MI6, cuyo objetivo es devolver a Londres a Bond, pero éste, haciendo uso de sus poderosas dotes de persuasión, logra convencerla para que lo ayude en la fiesta que Greene organiza por la noche. En dicha fiesta en la que el magnate recauda fondos para su causa, Camille está a punto de ser "accidentada", pero Bond la rescata y huyen de la fiesta. Son detenidos por la policía boliviana, y al registrar el maletero del coche, se encuentran con su amigo Mathis malherido. Realmente es una trampa para incriminar a Bond, y en el tiroteo que se origina, Mathis acaba muerto en los brazos de Bond.
Bond asiste a Mathis en sus últimos momentos
Bond y Camille examinan desde un aeroplano los terrenos que Greene adquirió en Bolivia, pero desde el aire no detectan nada anómalo. Pero algo debe haber cuando son atacados por otros aviones. Obligados a continuar a pié, inspeccionan desde tierra los terrenos, y cuando acceden desde una cueva, descubren que el magnate ha desviado los cauces de los ríos para crear un gran lago subterráneo en el que almacenar un recurso natural tan importante. Y al volver a La Paz, Bond recibe una nota en la recepción del hotel indicándole que huya, a pesar de lo cual se dirige a su habitación, encontrándose con M y más agentes del MI6 y de la CIA. M está muy contrariada con nuestro agente, y lo responsabiliza de la muerte de Fields, cuyo cadáver yace sobre la cama completamente empapado en petróleo. Aunque esta vez indican que tiene los pulmones llenos y así evitamos el envenenamiento epidérmico. M da la orden de detener a Bond, pero este se escapa y vuelve a su jefa para recordarle que la agente Fields demostró valentía en su misión, lo cual le hace ver a M que su agente es de fiar.
La agente Fields haciendo un "Goldfinger"
Acude 007 a su amigo Leiter, el cual le informa que la CIA lo busca, pero también le cuenta que Greene se reunirá con el general Medrano en un complejo hotelero en el desierto de Atacama para cerrar los flecos de su acuerdo. La jugada de Greene consiste en hacerle firmar al general Medrano un contrato en exclusividad como suministrador de agua en el país, a un precio que dobla el actual. Aunque al general no le gustan demasiado las condiciones, no le queda otra que aceptarlas.
Panorámica del complejo hotelero
Al complejo también acceden Bond y Camille, cada uno para consumar su venganza personal. Ella pretende matar al asesino de sus padres, el general Medrano, y por su parte Bond quiere vengar la muerte de su compañero Mathis a manos del coronel Carlos. Qué decir tiene que ambos logran su objetivo, y además dejan el complejo hotelero bastante perjudicado. Bond se lleva a Greene desierto adentro para interrogarlo, dejándolo vagar solo y facilitándole una lata de aceite de motor para que su travesía por el desierto sea más lubricada. Finalmente, Bond y Camille se despiden, esta vez sin la típica confraternización en horizontal.
Bond preparando el pack de supervivencia para Greene
El último fleco que le queda a 007 es localizar al ex-novio de Vesper Lynd, el agente de Quantum Yusef Kabira especializado en captar a mujeres con conexiones útiles para la causa. De hecho, lo encuentra con una agente del servicio secreto canadiense, que se libra de un futuro incierto gracias a su intervención. Pero lejos de consumar otra venganza, Bond lo entrega a M, la cual se sorprende. M aprovecha la conversación para poner al día a Bond, y le cuenta que el cadáver de Greene ha sido encontrado en el desierto con dos balas en la cabeza y una cantidad indeterminada de aceite en el estómago. 007 dice no saber nada de la dieta del magnate. También le informa de la promoción de su amigo Felix Leiter y la degradación de Gregg Beam, más interesado en los intereses petrolíferos que en la carrera de inteligencia. Por último, al despedirse de su jefa, deja caer al suelo el colgante de Vesper a modo de pasar página.
Vesper y Yusef
|
|
3. Curiosidades
- El título de esta entrega, Quantum of Solace, fue elegido por el productor Michael G. Wilson pocos días antes de la presentación. Está tomado de un relato corto incluido en el recopilatorio de Ian Fleming "Solo para tus ojos", en 1960, y solo se ha tomado el título de esta obra.
Michael G. Wilson en su enésimo cameo
- Se rodó un final alternativo, que no se incluyó, en el que 007 se presenta en la vivienda del asesor presidencial Guy Haines, dejando preparada la trama para la siguiente entrega. Asimismo, se mostraba la muerte de Mr. White y a continuación la secuencia gun-barrel, que por primera vez se muestra al final de la película.
Secuencia gun-barrel
- El guinista Paul Haggis propuso que el personaje de Vesper Lynd tuviera un hijo, pero esta idea fue rechazada por los productores ya que "Bond es huérfano (...) Una vez encontrara a su hijo no podría simplemente dejarlo".
Eva Green dió vida al personaje Vesper Lynd
- Los músicos Mark Ronson y Amy Winehouse llegaron a grabar una demo para el tema principal de la película, pero Ronson afirmó que los problemas legales de Winehouse la dejaban "no preparada para grabar ningún tipo de música".
Las horas bajas de Amy Winwhouse
- La aeronave Douglas DC-3 con la que Bond y Camille sobrevuelan el desierto de Bolivia en busca de los terrenos adquiridos por Greene, dió más problemas de los esperados. Este modelo de los años treinta se convirtió en todo un clásico siendo muy valorado por los pilotos. Pero a la hora de localizar uno para la película, los productores se encontraron que los disponibles no eran capaces de volar hasta Antofagasta (Chile); uno en México no podía cubrir la distancia necesaria y otro ejemplar en Santiago de Chile ni siquiera podía despegar (de hecho estaba en un museo). Finalmente localizaron uno en Miami que sí logró volar hasta Chile.
Avión modelo Douglas DC-3
La escena en la que el personaje de Fields yace sobre una cama cubierta de petróleo es un homenaje a "Goldfinger" (Guy Hamilton, 1964), en la que el personaje de Jill Masterton muere por "afixia epidérmica" tras ser pintada su piel con pintura de oro. Con toda la polémica ocasionada, en esta ocasión se curan en salud indicando que tenía los pulmones encharcados de petróleo.
Fotogramas de Golfinger y Quantum of Solace
|
